Enseñanzas- ¿Dónde está la armonía?

Si observamos nuestras vidas o vemos las noticias, nos damos cuenta de que hay muchos conflictos y sufrimiento en todas partes. Parece que no se puede sacar nada bueno de la vida. Es simplemente vivir, sufrir, luchar… Aun así, hay quienes dicen que el universo está y ha estado siempre en armonía, que los buenos sentimientos están en todas partes, que la felicidad también forma parte de nuestro día a día. Entonces, ¿por qué no vemos esto?

Aunque las relaciones humanas generan conflictos, el universo permanece en eterna armonía. De la misma manera, no importa cuán amargos estén nuestros corazones, hay una naturaleza divina de compasión y sabiduría que permanece viva dentro de nosotros, lista para liberarnos de estos conflictos y sufrimientos. Pero no podemos ver al mismo tiempo la armonía y nuestra naturaleza divina.

Lo que impide al hombre ver y sentir esta armonía es precisamente lo que más supone tener como aliado: su mente. Sólo vemos sufrimiento porque estamos atrapados en nuestra propia mente, memoria y karma. La consecuencia de esto es una vida que no ve nada más allá de su “vieja mente” (conceptos y experiencias que no cambian ni evolucionan).

Hay una historia sobre un caballo que una vez se asustó cuando se golpeó la cabeza contra el tronco de un árbol que yacía en el camino. En los días siguientes, cada vez que pasaba por el tronco, el caballo se asustaba. Luego el granjero sacó el tronco, lo quemó y niveló el camino. Sin embargo, durante los siguientes veinte años, cada vez que pasaba por el lugar donde había estado el tronco, el caballo se asustaba. De hecho, estaba asustado por el recuerdo del registro en su mente.

Así como un caballo no ve el camino sin su tronco, nosotros tampoco vemos la vida como realmente es. Incluso cuando miramos a nuestros familiares, amigos y situaciones, lo que realmente vemos son nuestros propios pensamientos y concepciones, en los que nos quedamos atrapados.

Que el sufrimiento existe es un hecho, sin embargo, la idea de que es incesante y la aparente falta de armonía del universo es resultado de la visión distorsionada y egocéntrica de la memoria de la mente vieja.

Por lo tanto, para que un ser humano pueda ver la armonía que lo rodea, necesita una mente pura. En este proceso, la práctica budista es fundamental. Las enseñanzas nos permiten desapegarnos del ego y de las concepciones. A través de la meditación activa, despertamos a nuestra naturaleza divina de sabiduría y compasión. Y, a través de la fe, dejamos de depender de nuestra vieja mente y comenzamos a ver las cosas como son, comenzamos a sentir la armonía y los buenos sentimientos que, por costumbre, ignoramos. Entonces la armonía está en el camino que Buda nos dejó y en nuestra elección de mejorar nuestro corazón. Es como un tesoro listo para ser descubierto, nos falta el ímpetu para buscarlo.

 Fuente: Revista Lótus nº 55, p. 28-31

 うたがひの 心の闇は 信力の

つよき光りに 晴わたりけり

La oscuridad de un corazón,

causada por la duda,

será iluminado por la luz fuerte

de la fuerza de la fe.

Maestro Nissen Shounin, verso No. 384

Honmon Butsuryu Shu