Verso del Gran Maestro Nissen Shounin N° 1507 a

"Tener o no tener fe

se manifiesta en si

participamos

o no en el culto."

Por Jyunshou Yoshikawa

Este Versículo nos enseña acerca de la importancia de participar en los servicios matutinos.

Hace 2.700 años en la India, la gente se reunía para recibir las enseñanzas predicadas por Buda Shakyamuni. Cada lugar donde se compartió esta enseñanza para la Iluminación, y se convirtió en un lugar sagrado de virtudes inconmensurables.

Después de la muerte del Buda Shakyamuni, los budistas comenzaron a construir templos en las montañas para buscar un lugar pacífico y silencioso para una mejor meditación y dedicación a la vida ascética para no ser influenciados por la vida mundana.

Pero, en esta era moderna, los Templos fueron instalados dentro de la sociedad para servir y atender a la mayoría de la población que vive en la ciudad y no puede aislarse en la montaña. El Budismo del Gran Vehículo cree que la paz proviene del interior y que la Iluminación se logra juntos y no individualmente.

Desde entonces, el budismo primordial ha seguido fielmente estas enseñanzas, que se transmiten y practican en los cultos del templo.

Participar en los Servicios Matutinos es en realidad acercarse a la mayor fuente de energía, la misma causa y esencia de la iluminación del Buda Primordial, que es la Imagen Sagrada, el Mandala, el Gohonzon.

Además, podrás recibir enseñanzas diarias de sermones y recibir cualquier tipo de orientación de un monje.

Pero quizás te preguntes: – Con tantas otras preocupaciones y tareas en mi vida diaria, ¿qué gano si me levanto más temprano y planeo participar en los servicios del Templo?

La respuesta se encuentra en la siguiente cita del Gran Maestro Nichiren Daibossatsu:

“El pájaro que se acerque al monte Sumeru se volverá dorado”.

Las enseñanzas de Buda se transmiten en cada Templo del Budismo Primordial, por lo que es un lugar tan sagrado como el Monte Sumeru, lugar donde se predicó el Sutra del loto. Y todo aquel que se acerque y pise esta tierra sagrada recibirá virtudes inconmensurables que nos transforman. Incluso un pájaro que no comprende las enseñanzas, si aterriza en este lugar sagrado, queda teñido por sus virtudes.

Puede parecer mucha exigencia, pero así como el arte marcial requiere disciplina, la práctica de la fe también es una disciplina.

Sin embargo, muchas personas confunden disciplina con “prisión” o sufrimiento y por eso piensan que libertad es sinónimo de felicidad. Creen que la libertad es tener una vida rebelde y sin limitaciones. Pero ésta es en realidad la mayor fuente de sufrimiento. Si quieres tener éxito en todo en la vida, entonces debes introducir la disciplina, incluso para la alegría y la felicidad.

El budismo primordial predica que la felicidad está aquí, no más adelante...

Nadie nace preparado y quien tiene esta conciencia viene al Templo precisamente para recargar energías, reflexionar y prepararse para poder empezar siempre de nuevo. Es el lugar donde renovamos constantemente nuestros votos de compromiso con la armonía de la vida.

El budismo es la religión de la conciencia, es decir, somos conscientes de nuestra propia inconstancia, de que somos imperfectos y por eso seguimos buscando la superación personal.

Honmon Butsuryu Shu