Caminata por la paz

El 6 de agosto en Japón, el mundo recuerda una de las mayores tragedias vividas por la humanidad de todos los tiempos. En 1945, los habitantes de Hiroshima comenzaban otra jornada de trabajo, cuando sonaron las sirenas anunciando un ataque aéreo.

La tragedia no tardó en materializarse: un avión estadounidense abrió su escotilla inferior y lanzó la primera bomba atómica sobre la ciudad. Tres días después de la destrucción de Hiroshima, otro avión norteamericano atacó la ciudad de Nagasaki, también en Japón. Se estima que, juntas, las dos bombas masacraron a más de 135 mil personas.

Las consecuencias de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki fueron desastrosas. El poder de consumo de las bombas fue más allá de la destrucción de lugares y personas, llegando al ámbito de la genética. Los efectos provocados provocaron que sus supervivientes transmitieran las heridas a las siguientes generaciones. Hasta el día de hoy, los niños nacen con problemas genéticos causados ​​por la radiación de las bombas.

En memoria de las víctimas de este triste suceso, cada año, el 5 de agosto, HBS do Brasil realiza la Caminata por la Paz. Aproximadamente mas de 100 personas abandonaron la Plaza Central y caminaron hasta el Santuario Ecológico para tocar la Campana de la Paz, exactamente a las 8:15 pm (8:15 am del 6 de agosto, en Japón), hora en que se lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima. .

El evento contó con la presencia del alcalde de la ciudad de Tapiraí, Alvino Guilherme Marzeuski, que participó por primera vez del evento, y del concejal Lucas Figueiredo. También habló el presidente de HBS do Brasil, Edson Higashibara, y el director del Santuario Ecológico, Yukie Yokoji.

La caminata finalizó con un servicio budista en la Campana de la Paz, una réplica aprobada de la Campana de Hiroshima, en el que el Arzobispo Takassaky reforzó la reflexión y el pedido de la paz mundial a través de la no violencia en las actitudes y pensamientos cotidianos.

Honmon Butsuryu Shu