Desprendimiento

El desprendimiento es el acto o efecto de soltar, de desatar, de desinterés, de altruismo o de independencia.

En el budismo usamos esta palabra en el sentido de liberarnos de la codicia por el dinero y los bienes materiales, para no acumular más sufrimiento por no poder poner límites a la ambición. Es poder desatarse de las tentaciones, llevando una vida independiente, que no se deje subyugar por la debilidad de disfrazar la pobreza espiritual mediante los bienes materiales.

Nuestra existencia es interdependiente. Buda predicó: “Yo existo porque tú existes. Tú existes porque yo existo”. Significa que dependemos de todo, así como todo depende de nosotros. Se debe ejercer el altruismo para que haya armonía en nuestra vida, ya que ocupamos el planeta Tierra y tenemos que cuidarlo. La codicia por el dinero está dañando la ecología, comprometiendo el equilibrio de la naturaleza con el cambio climático, por ejemplo.

Todo porque queremos más y más y no estamos satisfechos con lo mucho que ya tenemos.

El desapego es un mensaje budista de paz y conservación del medio ambiente donde vivimos.

En el Budismo Primordial somos guiados a practicar el desapego a través de actos como contribuciones al templo, ofrendas al altar sagrado, ofreciendo al máximo de nuestras posibilidades, actos altruistas con los demás. Es una actividad religiosa que es difícil de realizar sólo con las propias fuerzas, porque ya nacemos con los venenos de la ambición, la ira y la estupidez. Esto sólo lo lograremos mediante la práctica del canto del Mantra, Namumyohorenguekyo, mediante la devoción al Sagrado Dharma y mediante el placer de acumular virtudes.

Estrofa del Gran Maestro Nissen Shounin nº765

“Quienes sólo acumulan dinero

desconocen el placer

de recibir bendiciones

que parecen un sueño” 

Honmon Butsuryu Shu