Verso del Gran Maestro Nissen Shounin N° 2304

“Debido a la veracidad del Sagrado Dharma

al que te dedicas exclusivamente,

no hay nada en este mundo

que no pueda lograrse”.

Por Nitiyuu Correia

El Gran Maestro Nissen nos enseña que la devoción sólo es verdadera si es exclusiva. Y, también, que esto se convierta en una condición precisamente porque Namumyohorenguekyo, el Sagrado Dharma que dedicamos, es verdadero, sublime y absoluto. Es por esto que recibimos la garantía que dice “No hay nada en este mundo que no se pueda lograr”.

De hecho, parece una condición obvia y también justa. Pero todo indica que no podemos tener tanta sed de de una fuente sin antes asegurarnos de la unidireccionalidad de nuestra fe. Después de todo, ofrecer devoción exclusivamente es lo mínimo que podemos hacer cuando nos enfrentamos a tantos beneficios por recibir.

Nada de lo que es importante en nuestras vidas no requiere de exclusividad, atención total y cuidado especial. Especialmente cuando se trata de practicar la fe.

Es por eso que el Gran Maestro afirma: “Si tu sentimiento está dividido, tu oración no se cumplirá” (kokoro futassudi nareba gan dyouzezu), corroborando aún más este verso.

Incluso en las relaciones, por ejemplo, entre hombres y mujeres, existe la necesidad, en un momento determinado, de decir “estoy loco por ti” o “eres el amor de mi vida”. Y, aunque no se diga por casualidad, la exclusividad está naturalmente implícita.

De no ser así, no se establecerá la relación en su conjunto. Porque sería lo mismo que decir “estoy contigo, pero podría estar con cualquier otra persona”. ¿Qué tipo de relación verdadera se puede establecer de esta manera? Ninguno.

Si este es el caso entre nosotros, en relación con lo sagrado, la exclusividad y el grado de devoción realmente deben ser tomados al pie de la letra, es decir, nada puede interferir en nuestra relación con el Sagrado Dharma.

En muchos casos, vemos personas practicando la fe junto con otras actividades y, precisamente por eso, terminan siendo negligentes y no recibiendo bendiciones.

Lo correcto es dar total prioridad y sublimación a la práctica de la fe, ya que esta práctica exclusiva traerá éxito en todas las demás áreas de actividad. Pero, si la práctica de la fe permanece en paralelo, ocurriendo sólo cuando sucede, no se recibirán bendiciones.

Sólo tenemos esta vida y, ya que hemos encontrado el verdadero Sagrado Dharma, debemos dedicarnos a él exclusivamente, sin mezclas, sin vacilaciones, siendo siempre conscientes de lo importante que es el Sagrado Dharma y que es la diferencia en nuestras vidas. Por lo tanto, para todos los efectos, la afirmación “No hay nada en este mundo que no se pueda lograr” será, de hecho, nuestra garantía de recibir bendiciones. Que nuestras vidas se vuelvan exclusivas principalmente por la exclusividad que ofrecemos, vivimos y compartimos en el Sagrado Dharma Namumyohorenguekyo. 

Honmon Butsuryu Shu