Verso del Gran Maestro Nissen Shounin N° 3152

“Crees que

sólo ofreces virtudes a la gente del mundo.

Pero en realidad todos

vuelven a uno mismo”.

Por Sentoku Haikawa

Este es un verso del Gran Maestro Nissen Shounin.

Al principio del verso de hoy, el Gran Maestro Nissen Shounin menciona la palabra “virtudes”. En idioma japonés se llama Kudoku, y se compone de dos ideogramas: (ku o kou) hacer el bien, y (toku) el resultado de esta práctica.

Las buenas acciones generan buenos frutos, mientras que las malas acciones generan malos frutos. Y el kudoku (virtudes), se podría decir, es la semilla de las buenas obras, de acciones positivas que redundarán en felicidad presente y futura.

Veamos, por ejemplo, el contraste que existe entre una persona que disfruta de lo bueno y lo mejor sin mucho esfuerzo, y otra, que lleva una vida sacrificada a pesar de trabajar duro.

La diferencia entre estas dos personas es consecuencia del volumen de virtudes de cada una. Los primeros acumularon más virtudes en sus vidas anteriores que, lamentablemente, no deberían haber sucedido con la segunda persona.

Por lo tanto, al extraer la lección del ejemplo anterior, no debemos desperdiciar la oportunidad que tenemos de practicar buenas acciones en el presente, para no experimentar privaciones en el futuro, como consecuencia de la falta de estas virtudes.

En el ámbito espiritual, una excelente manera de dedicarte a los demás es ayudando a preservar y propagar las enseñanzas del Buda Primordial. Por ello, prácticas como el desapego en la

práctica del Gohouko (actividades religiosas voluntarias en favor del Sagrado Dharma), la ofrenda material (ofrenda al Templo, donaciones a la institución), o el offusse (ofrenda al monje) son excelentes formas de de acumular riqueza de virtudes.

A menudo pensamos que no obtendremos nada a cambio, pero es un pensamiento equivocado. Cuando se realiza con un corazón puro, la virtud será inmensa.

Si dedicamos nuestros esfuerzos a ofrecer actividades  a otras personas, crearemos una cadena de buenas acciones y todos podrán ganar.

Por lo tanto, si deseamos alcanzar la verdadera felicidad, debemos dejar a un lado nuestra avaricia y egoísmo, y acumular más virtudes, dedicándonos a la práctica del bien a los demás, la práctica del altruismo, la práctica del Bossatsu, a través de la guía compasiva y la siembra del Santo Dharma.

Honmon Butsuryu Shu