viernes, 1 de marzo de 2024

Verso del Gran Maestro Nissen Shounin N° 33

“Levantarse temprano

realmente tiene méritos místicos.

Pero los que no lo practican

no entienden nada de esto”.


Por Eishin Suzuki

En todos los templos del Budismo Primordial alrededor del mundo se realiza diariamente la limpieza matutina del Altar Sagrado y poco después el Servicio Matutino. Por ello, dentro de la práctica de nuestra religión, se fomenta la participación en los servicios matutinos. Incluso aquellos que no pueden ir al templo, por tiempo o distancia, deben limpiar su altar y orar a primera hora de la mañana, antes de salir al trabajo o a la escuela.

Desde el pasado, dentro de la sabiduría popular se ha dicho que “levantarse temprano” trae varias virtudes o ganancias. Por ejemplo, al levantarte temprano, podrás respirar ese aire de la mañana que fue purificado durante la noche y este aire fresco es bueno para tu salud. Al levantarte temprano, puedes aumentar tus horas de trabajo y esto te hace prosperar de forma natural. Por eso las personas mayores animan a los más jóvenes a levantarse temprano. Es un sabio consejo, ya que no necesitas nada más, ni material ni físico, para obtener cosas valiosas en tu vida. Simplemente crea este buen hábito y cultívalo y recibirás cosas muy buenas para la vida.

En el antiguo Japón, hubo una vez un samurái llamado Tokugawa Ieyassu. Fue un samurái que dirigió el famoso clan Tokugawa, que estuvo en el poder en Japón durante más de 250 años, desde el año 1600 hasta 1868. Una vez enseñó a los jóvenes samuráis cómo llegar a ser prósperos. Tomó una hoja de papel y escribió la palabra “ki” 木 (árbol). Y dijo que el nombre del árbol era “shoujiki”, es decir, integridad, honor, virtud. Pero continuó diciendo que de nada valía si ni siquiera este hermoso árbol, si se dejaba así, nada crecería.

En ese momento escribió una línea en la parte superior derecha y dijo:

– Para que dé frutos, de este árbol debe crecer una rama llamada “DESPERTAR TEMPRANO”.

Y escribió otra línea a la izquierda diciendo:

– Y también debe nacer otra rama que se llama “TRABAJO”.

Con estas dos líneas, a izquierda y derecha, apareció una nueva letra frente al joven samurái: “kome” 米 (arroz). En ese preciso momento, la tropa samurái se encontraba en una región que no producía mucho arroz, considerado símbolo y fuente de prosperidad en Japón, aun así era una región muy próspera. El shogun Ieyassu Tokugawa estaba mostrando a los jóvenes que, incluso sin poder cultivar arroz, una persona o un pueblo puede prosperar teniendo valores humanos sólidos como la sinceridad, la honestidad y el honor. Y además, si tienes otros valores como el trabajo duro y honesto, además de la fuerza de voluntad diaria. Y por ello, “DESPERTAR TEMPRANO” era una de las cualidades más importantes para la prosperidad, según el gran Shogun Tokugawa. Sin esto, el hombre no es capaz de generar ningún fruto en su vida.

Lo que Tokugawa enseñó a estos jóvenes samuráis fue la importancia de los cimientos de un ser humano. Si una persona sólo juega y se divierte, ningún ser humano prosperará. Todos podemos tener nuestros momentos de juego y relajación, pero si la base está desalineada, descuidada o relajada, no conseguiremos nada en nuestro camino. Por lo tanto, el día mismo debe comenzar con disciplina y virtud, y así debe comenzar la vida misma.

El resto puede venir como sea, pero la base debe empezar por estos valores. Dentro de la práctica de la fe, aprendemos a comenzar el día con celo por el altar, la oración de la mañana y, siempre que sea posible, participando en el servicio matutino en nuestro templo. De esta manera, la prosperidad en la vida y en nuestras actividades llegará de forma mística, sin magia, sólo como consecuencia del espíritu de fe, dedicación, esfuerzo y fuerza de voluntad, base fundamental de un devoto del Budismo Primordial.

Honmon Butsuryu Shu

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Enseñanzas- Cambiar el “Karma” de uno - Jogo Noten

El siguiente es un Gokyoka (poema) de Nissen Shonin, fundador de HBS. Ureshisa wa hina no yamiji wo fumikaete Miyako ni kaeru akebono no sor...