En los años 1260 y 1261 sufrió ataques y su ermita fue incendiada en varias ocasiones.
La fervientemente fiel Nitimyouni, madre de Otogozen, dejó Kamakura y fue a Sado con su hijo para visitar al Gran Maestro Nichiren. El Gran Maestro, previendo la agitación y confusión de la sociedad, aconsejó: "Al repetir el teñido azul, el color índigo original se vuelve de un azul más claro. Asimismo, si nos esforzamos en la práctica de la fe, tendremos más virtudes resultando en más protección. " No debemos acomodarnos a la situación, sino dedicarnos a la práctica de la oración y la participación presencial. En las visitas de asistencia y en las conversiones debemos sumar estas buenas intenciones y fortalecer la práctica de la fe.
Revista Lotus n° 127 historia ilustrada del Gran Maestro Nichiren Daibossatsu
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