En 1271, Shijyo Kingo, previendo la pena de muerte en la Boca del Dragón, lamenta su despedida.
Estas son las últimas palabras de la escritura "Honzon Mondou-Shou", destinada a su hermano sacerdotal Jyokenbo, del templo Seityoji, en su tierra natal. El Gran Maestro Nichiren ofreció su vida por la expansión de Odaimoku, orando por la felicidad de la gente. Y predicó: "Dedico y transfiero toda la gran virtud de esta actividad religiosa a mis padres, profesores y todas las demás personas". Esta es la Práctica del Bossatsu o Ekou, transferencia de virtudes, que predica el Budismo. Incorporemos la práctica de la fe, que no sólo tiene como objetivo el cumplimiento de las oraciones personales, sino que transfiere virtudes para la felicidad de todos los seres vivos o difuntos.
Revista Lotus n° 127 historia ilustrada del Gran Maestro Nichiren Daibossatsu
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