“No hay práctica más mística
que orar Odaimoku.
Aporta equilibrio físico
y pulido espiritual”.
Por Jyunshou Yoshikawa
El Gran Maestro Nissen, a través de este verso, nos enseña la forma más sencilla de alcanzar el equilibrio total, que es a través del Mantra de la Iluminación, Namumyohorenguekyo.
Es místico porque aunque no sepamos el significado de lo que decimos, nos proporciona virtudes inconmensurables. Y estas virtudes son tan beneficiosas que el alma (o el corazón, o la mente) e incluso el cuerpo se calman hasta el punto de sintonizarse y alcanzar así el equilibrio total.
Hace casi tres mil años, Buda Shakyamuni anticipó lo que más necesitaría el ser humano para poder afrontar las dificultades y consecuencias de la era de la información del siglo XXI, en la que vivimos hoy. Este estado de pleno equilibrio se llama Estado de Iluminación o Estado de Buda.
Actualmente tenemos dificultades para gestionar el tiempo, el dinero, el hogar, la familia, el trabajo, etc. E incluso las cosas con las que hemos vivido desde que nacimos ya no somos capaces de gestionarlas, como todos los problemas de salud (física, mental y emocional). Incluso creo que nosotros en el siglo XXI estamos predispuestos a todo tipo de trastornos, ya que conocemos todas estas dificultades y sin embargo no paramos de cuidarnos, o sólo paramos cuando ya no podemos continuar. Pero luego, el cansancio, el miedo, la falta de ganas de todo es tan grande que ya no puedes ni cuidarte a ti mismo. Si llegas a ese punto, es mucho más difícil mantener el equilibrio, pero si no oras Namumyohorenguekyo, nunca mejorarás.
El Buda Shakyamuni nos enseña que la causa del desequilibrio es común y la misma para todos. Son los “Tres Venenos” que actúan y se apoderan de nuestros pensamientos, sentimientos, palabras, gestos y acciones. La ira, la ignorancia y la codicia son los tres venenos que todos, sin excepción, tenemos y son la causa de nuestros sufrimientos y dificultades. Ni siquiera toda la sabiduría del mundo podría domar estos tres venenos nuestros. Sin embargo, cuando recitamos siempre el Mantra Namumyohorenguekyo, la ira, la ignorancia y la codicia se debilitan, permitiéndonos acumular virtudes que nos conducen místicamente a la Budeidad.
Lo más importante y llamativo del Budismo Primordial es que practicamos el Mantra que nos ofrece la Iluminación en la vida, es decir, no necesitamos esperar a que la muerte sea iluminada.
Acumula las virtudes del Namumyohorenguekyo Dharma, que generará equilibrio físico y pulido espiritual.
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